miércoles, 15 de junio de 2011

CONCLUSIÓN

Teniendo en cuenta que un sistema de información es un requisito muy importante para el funcionamiento de determinadas organizaciones, que cada vez se hace más necesario y va adquiriendo una mayor importancia en su accionar cotidiano ya que constituye una herramienta que facilita sus procesos internos y los hace mas eficientes. Muchas veces sucede que las organizaciones no cuentan con sistemas de estas características, o los sistemas que poseen no cumplen realmente con los objetivos de la misma, siendo más un problema y no una solución.  
Una vez que surge la necesidad de contar con un sistema y se establecen los objetivos y procesos estratégicos que debe cumplir el mismo, la empresa debe decidir de qué forma va a adquirir el sistema en cuestión, ajustándose a los requerimientos particulares que debe satisfacer el sistema dados los objetivos y a limitaciones tales como existencia o no de un sistema que cumpla con las características deseadas en el mercado, existencia o no de personal interno con capacidad de desarrollar el sistema, presupuesto disponible y todos los factores a considerar según cada caso en particular.
En el caso que analizamos, la entidad en cuestión no contaba con un sistema de información que pueda llevar a cabo una de sus principales actividades, aspecto que implicaba graves complicaciones a la hora de analizar los datos y tomar decisiones en base a los mismos. Dada esta necesidad la entidad decidió implementar un sistema que le permita justamente la correcta manipulación de datos y con eso facilitar el proceso de toma decisiones.
Como se menciona anteriormente, una vez que surge la necesidad de contar con un sistema, deben establecerse cuidadosamente los objetivos que debe cumplir el sistema, de manera que la elección del sistema sea la óptima. Este es un aspecto a remarcar en el presente caso, ya que al ser Dipas una entidad gubernamental, tenía el objetivo particular de que el sistema debía ser fiscal, es decir, que no se puedan modificar ni adulterar los datos obtenidos, razón por la cual la única opción con la que contó la entidad fue desarrollar “a medida” el sistema, dado no había disponible en el mercado una aplicación de esas características tan particulares, lo que la llevo a descartar la posibilidad de comprar la aplicación.
Teniendo en cuenta la situación presentada, la decisión que tomó la entidad fue contratar un proveedor externo para que lleve a cabo la tarea de desarrollar el sistema, lo que le significó una importante ( y obligada) ventaja ya que no poseía personal interno para dicho fin y el proveedor elegido era un especialista en sistemas de las características que justamente necesitaba la entidad, lo que dejaba más que claro la calidad del mismo. Otra ventaja  a considerar viene dada precisamente por la decisión de desarrollar del sistema, que al obtener un sistema “a medida”, cumple con los requerimientos específicos presentados anteriormente, que son el eje central del sistema (puntualmente la necesidad de ser fiscal, aspecto que si no es considerado, el sistema pierde su funcionalidad y capacidad de respuesta).
Todo esto nos lleva a concluir que una vez establecida la necesidad de la empresa de contar con un sistema de información y se hayan establecido los objetivos estratégicos a ser cumplidos por el mismo, la decisión de hacer la aplicación o comprar una estandarizada que disponga el mercado se verá influida por las características particulares de la organización, los requerimientos específicos que se presentan y distintos factores a considerar en cada caso en particular. Concretamente, una vez analizada en profundidad cada situación, se procederá a establecer si la decisión óptima es comprarlo o hacerlo.
Paralelamente analizamos el caso “Sabuesos Digitalizados” (revista Information Technology,Diciembre 2006) y logramos vincularlo con la entidad que elegimos para nuestro trabajo de campo, ya que ambas son dependencias estatales y a partir de una necesidad determinada, en lo relativo a un sistema de información operativo necesario para facilitar sus actividades,funciones,objetivos,etcétera, adquieren un sistema de esas características a través de un desarrollo a medida y por un proveedor externo (tercerización o outsourcing). Ambas entidades siguieron criterios de decisión para seleccionar los proveedores encargados de desarrollar sus respectivos sistemas: la Dirección de Asuntos Legales y Administrativos llevo a cabo una licitación pública y luego de las empresas que cumplían con los estándares de calidad y rendimiento, optaron por la que les ofrecía un menos costo; en cambio, Dipas seleccionó al proveedor por ser especialista en sistemas relacionados a sus necesidades específicas  y por ser conocido por dicha organización, dado que anteriormente había realizados otros trabajos para la entidad.

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